MI PERRO, EL VIEJO GEORGE
Como se llega al barro y cae el polvo,
imagínate al hombre;
audaz, sonoro, esculpido en el bronce;
pero tú no has llegado fiel amigo
a su irritante lógica.
Una cierta realidad inevitable,
donde un ciprés medita y hace sombra,
aguarda por igual, nivela, herrumbra,
todo el alarde de su aristocracia.
Si acabara tan solo tu silencio
(ordenado a tu gusto),
de cuántas cosas mudas no hablarías,
como el libro que dejó de abrirse.
Como la golondrina, si se diera
la memoria del trino, la palabra.
Mas, no quieras cambiar tu fe y tu duda.
Por muy corta que sea tu visión
del mundo; del porqué de tu vida,
no te sientas por eso tan distante
del diminuto grano,
que sin un halo imaginario lógico
funda una gran pajarera
y dá su halcón al viento;
pues hay otro anterior en toda parte.
¿Habrá una sinrazón que cierre el paso
o desande el camino;
que prive a la ilusión de sus colores,
de un paisaje, o el despuntar de un alba?
Más allá de la bestia arde en ti george,
una infinita y tenue cosa extraña,
de una sabia ignorancia,
que prende un haz de luz en tu mirada.
Cuánta duda , imágenes, preguntas
no caben en tus ojos;
que no hablen al hombre de lo insospechado.
Cuando cambias de un lado para otro,
qué confiado te sientes fiel amigo
ante el fuerte arreciar de tu vejez;
como el que lleva por dentro una acuarela
del Dante, y no lo sabe.
Crines de verdes y de azules potros
que ayer hicieron encender tus ansias,
ya a estas horas se abaten;
y, las pobladas de cisnes de la fuente
que al fuego cautivante se acercaban,
a otro estanque volaron.
Por qué se viste el hombre de palabras,
de recetas y dogmas y liturgia;
si por muchos ayeres que interpole
siempre será el mismo de mañana.
Manuel Martínez Acuña
NOTA:
Mi perro, el viejo George, fue siempre un perro diferente. Comenzando por haber carecido de cola natural, y de sonreír a cambio de su carencia; y de mostrar un cierto poder de reflexión y meditación. Parecía entender todo lo que la familia le proponía hacer, y terminó por llegar a ser parte de ella.
A eso se deben estos versos, que de alguna manera u otra mezclan la realidad con las apariencias, con su hoy y con su ayer.
M.M.A.