DESDE MI CERCADO
No
sé que tanto sea -me pregunto-
el
mundo de los muertos.
De
si hay alma que dure, que trascienda
donde
“Dios da sus voces”.
O,
si tiene un destino equivocado.
Hay
cosas que perviven en las grietas
de
un pedazo de barro;
o,
en el filo mellado de una piedra.
Y,
las hay como astros,
más
antiguas que el sol; y, sin embargo,
la
vida es menos que eso.
Cuánta huella no queda en el oleaje.
Cuánto agravio, equipaje
de
los años, en que todo oscurece
cual
aguas de Aqueronte,
con
embalos de hojas amarillas
y
paladas de tierra.
Y,
si no hubo antes nada de antes,
sino
a partir del caos,
volveremos de nuevo hacia la nada
sin
un detrás ni un antes.
Manuel Martínez Acuña
Junio 29, 2012
1 comentario:
---Mensaje original-------
De: Iván José Salazar Zaíd
Fecha: 01/07/2012 11:13:19 p.m.
Para: Manuel Martínez Acuña
Asunto: RE: Las Huestes del Sosiego
Manuel: querido amigo, en tu poema te haces un planteamiento dificil de
explicar y de buscarle una explicación. Es cuestión de cosas, y como tales, también son cosas de la vida. Sabemos que esas cosas tan sencillas que tu señalas pueden o no perdurar por toda una vida, en cambió nuestra matería si sabemos que dura por toda una eternidad pero va sufriendo cambios o transformaciones con el correr del tiempo hasta llegar a convertirse en una cosa... arena o tierra o ceniza o como la quieran llamar y en ese momento, nos deja el alma, que aun nadie puede darnos una explicación de hacia donde va ella, pero lo importante de todo es que personas como tu no desaparecen, aunque no sepas hacia donde va tu alma, porque has dejado huellas, no en la grieta de una piedra o debajo de ella, nó... tu dejas huellas plasmadas en tu poesía, en tus novelas y en tu personalidad tan noble y esas huellas perduraran por siempre en las mentes de muchas personas que trasmitiran tu vida y obra de generación en generación y a traves de tu obra en físico que será conservada en las bibliotecas publicas y privadas, en las casas de la poesía y del escritor, y en muchas otras cosas más.
Te felicito poeta
Un abrazo.
Iván
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