Recent Posts

viernes, 18 de diciembre de 2009

El padre Faría y el Moján

ANÉCDOTAS ZULIANAS

Durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco en Venezuela, se implementaron una serie de reformas dirigidas a impulsar un proceso de modernización en la vida nacional, siendo una de ellas la división político territorial registrada en la Constitución del 27 de abril de 1881.
Ahora bien; como consecuencia directa de ello, se suscitaron muchas discusiones y críticas sobre la viabilidad de la unificación territorial, por considerar que no fueron tomadas en cuenta las mínimas condiciones humanas, geográficas e históricas necesarias, como correspondía; tanto, que todo aquello condujo a poblaciones enteras como Sinamaica y San Rafael del Moján (que habían quedado separadas por la reforma en cuestión), a pelearse sus posiciones políticas y religiosas entre sí, bajo el influjo del nuevo statu quo.
Ocurrió entonces que, para los comienzos del siglo XX, las consecuencias derivadas de aquel dictamen ya repercutían por supuesto en actitudes personales como las seguidas por un sacerdote oriundo de Sinamaica, de apellido Faría, y posiblemente por uno de esos personajes insertados en la cultura popular del Moján como Faña, Cholo, Burro rusio, o algún educador insigne.
El caso es que, el de marras, termina por increpar en verso al sacerdote, con quien mantenía para entonces un sordo y continuo resentimiento, lo siguiente:

Dicen que el padre Faría
de cura pasó a torero,
porque tiene un matadero
mariano en la sacristía.

Cundió entonces la ira cristiana en el cura, y, más allá de su red de caminos espirituales, le replica maldiciente a su detractor, aludiendo a propósito su lugar de origen para hacer más general el desdoro:

Tierra aviesa y de Satán,
INRI o cruz de la pasión.
Por qué te llaman Moján
cuando eres un mojón.

Habiendo excedido en mucho el cura los límites tolerables de la licencia poética, Faña, Cholo, Burro rusio, o algún educador insigne, le espetó esto a boca ‘e jarro:

A vos que te gusta andar
metido en los bajos fondos,
no te metáis en lo hondo,
pues no te aviene nadar;
ni sirve al uso sagrado
la sotana que lleváis,
porque de hacer no cesáis
lo que un chivato verriondo.

Esto fue lo suficiente por el momento, pero se dice que hubo mucho más de esa discusión de opiniones entre los susodichos personajes de Sinamaica y El Moján.

Manuel Martínez Acuña.

No hay comentarios: