RECORDANDO A ROBERTO
PARTE DE UN EXTENSO ARTÍCULO DE ROBERTO JIMÉNEZ MAGGIOLO PUBLICADO EL DÍA 25/03/2008.
Ahora, paso a ocuparme de la otra ausencia que acongoja: Vinicio Romero
Martínez. Paradójicamente, desde que estudiaba medicina, conocí a su
padre, Adolfo Romero Luengo, como periodista i ejecutivo del diario
católico LA COLUMNA, nacido en Los Puertos de Altagracia un 9 de abril
de 1916. Diario entonces de formato grande, cuando creo que la dirigía
el Pbro. Mariano Parra León, con sus oficinas i maquinarias, en unas
estrechas dependencias detrás del Templo de Santa Bárbara, entonces en
la calle Venezuela, donde era vicario el luego Monseñor i Arzobispo de
Cumaná, este sacerdote polémico ya nombrado, Mariano Parra León. Adolfo
Romero, profundamente cristiano i servidor del clero, había escrito
entre otras cosas una biografía de Monseñor Olegario Villalobos, el
fundador de la Voz de la Fe, el Asilo de Mendigos “San José de la
Montaña i el Hogar Clínica San Rafael. I con Monseñor Marcos Sergio
Godoy, Obispo del Zulia, de los realizadores de la Coronación de la
Virgen de Chiquinquirá. Llegó a publicar muchos otros libros, entre
ellos una biografía del General Rafael Urdaneta en dos tomos.
Posiblemente esta vida entre editoriales, libros, bolivarianismo i
prensa, condicionó la vocación de uno de sus hijos, Vinicio, para
convertirse en escritor e historiador bolivariano principalmente. Por la
parte materna, su madre de apellido Martínez, Alicia Martínez de
Romero, lo hizo sobrino del antes ganadero i fino poeta zuliano Manuel
Martínez Acuña, autor a mi juicio, del mejor soneto de los poetas del
Zulia, como lo es “Las Ruinas del Tiempo”, aclarando que “Rayo de Luz”,
de Ildefonso Vásquez, no es un soneto sino cuatro cuartetos.
ELOCUENCIA DE UNA FIRMA |