A PUNTO DE VOLAR
Ya por poco emplumaban sus acordes.
Ojos negros, redondos y vivaces.
Azulejo esmeralda,
crudo de alas; efímero destello
que se amengua o mitiga
como
espuma en la arena de una playa;
o, lana que no acaba por blanquearse.
Del arte de volar sabía tan poco,
que faltar pudo al bien que debió al nido;
apresurándose a probar del
aire
sus tendidos andamios.
Pero un palmario axioma, irrecusable,
desde su hado, o a merced de un sino,
cierra la reja de su vieja rama,
sus sueños, ilusiones, maitinadas,
a punto de volar.
Es la escena montada sobre el viento
donde el mundo y su oleaje
no son sino accesorios demorados;
actores, libretos, raudal de voces,
que abruman de ficción la realidad.
Es por eso que de todas estas cosas,
la menos habitual es la razón.
Manuel Martínez Acuña.
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