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jueves, 18 de marzo de 2010

Escalio



Escalio

M A N U E L

Roberto Jiménez Maggiolo

He amanecido con las inquietudes intelectuales i sociales de siempre, dispuesto a ir a los tres o cuatro libros que leo o estudio, al mismo tiempo, mientras paso de uno a otro, como muchos cambian de canal en el televisor; pero generalmente tomo para leer de primero, el que más da serenidad al alma –la mía es injerto firme de mente i corazón- i actualmente es la poesía de Benedetti, en Insomnios y duermevelas, el libro entre mis manos, i un poema ha logrado que me siente motivado frente al ordenador. Hago, a veces, varias cosas mientras intercalo poemas o me siento a repasar alguno, cuando me impacta i me lleva a una meditación o comparación interesante.

martes, 9 de marzo de 2010

PALABRAS DE PRESENTACIÓN DE LA NOVELA BAÚLES DE MONASTERIO

PALABRAS DE PRESENTACIÓN DE LA NOVELA BAÚLES DE MONASTERIO, PRONUNCIADAS POR MANUEL MARTÍNEZ ACUÑA, EL DÍA SÁBADO 20 DE JUNIO DE 2009, EN EL CENTRO DE LA DIVERSIDAD CULTURAL – CARACAS.

Gracias por haber atendido nuestra invitación.
Bien pudiera decirse que esta reunión de amigos muy especiales, y una buena parte de la intimidad o de mi enjambre familiar en esta biblioteca, esta noche, no sería más que un hecho aislado en tomo a la presentación de un libro; que no tiene un elemento creador que lo haga girar de alguna manera hacia lo irreductible de la evocación. Pues no; este evento trae a la memoria y tiene para la imaginación muchas semejanzas con las viejas tertulias literarias que se concitaban en la Maracaibo de ayer. Para entonces, o todavía, con la presencia de Berty Ríos, Gabriel Bracho, Hercolino Adrianza, Vinicio Romero Martínez, Mariano Parra León, Pedro Alciro Barboza de La Torre, Gastón Montiel Villasmil, o Mercedes Carvajal de Arocha (la gran Lucila Palacios), entre otros. Así, desde esa perspectiva histórica, iniciemos este acto.

lunes, 1 de marzo de 2010

EDAD EXTRAÑA

EDAD EXTRAÑA

Tiempo, siglo, instante, edad extraña ésta,

donde casi todo se siente empujado

a creer en lo imposible. A esperar

que las nubes y las piedras nos hablen

de esas viejas preguntas que en nosotros

han vivido evasivas desde siempre.

Y, así andamos, donde todas las cosas

que ya fueron, insisten como el cántaro,

hasta romperse contra el fondo de un pozo,

o en el adarme del reloj de arena.

Será como dejar lo que buscamos

o ver que el puño aprieta el polvo, el agua,

sin poder impedir que todo escape.

Sin que el mundo termine convertido

cada vez más en sombra de fantasmas;

o en una torpe bestia del génesis.

A veces ni siquiera ante estas cosas

sentimos el asombro de estar vivos,

ni sabemos buscar para qué sirven

aquestas rezumantes moralejas

con que siempre la verdad se disimula,

y, presto se lisonja la mentira.

Si a la luz de la luna los colores

del alba no se advierten,

es porque duermen en las voces del agua;

en la promesa de otro despertar.

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27-02-10 Manuel Martínez Acuña