DIFERENCIA
ENTRE DOS PALABRAS PARECIDAS
Manuel
Martínez Acuña 15/11/2016
Tal
es la presencia en el diccionario de las palabras albedrío y libertad, que con
mucha frecuencia tienden a involucrarse una con otra, a pesar de que
precisamente la diferencia radica en que tan solo se parecen. O en que conllevan
la potencialidad de obrar o no obrar.
El libre albedrío según Schopenhauer y
Nietzsche, es una forma de ideología individualista comúnmente usada, y ligada además a factores inducidos por la
propia voluntad, con implicaciones religiosas, éticas, psicológicas y también
científicas, dentro de lo cual se supone que los individuos pueden ser
responsables de sus propias acciones.
El
término libertad en cambio, según la
RAE, es la capacidad de la conciencia para pensar y obrar aquello que permite a
alguien decidir si quiere hacer algo o no; haciéndose desde luego responsable
de sus actos, en la medida en que comprenda las consecuencias de ello; a partir
de una clara opción por el bien y el mal, desde donde se estaría actuando tras la
concepción de la teleología, doctrina de las causas finales. El estado de libertad define la situación,
circunstancias o condiciones de quién no
es esclavo, ni impuesto por dogmas conventuales de forma coercitiva. Igual
que la facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas, de hacer y
decir cuánto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres.
Se
trata pues, simplemente, de una ambivalencia que se presta a dos
interpretaciones parecidas pero opuestas; y donde coexisten dos sentimientos antónimos
que expresan ideas contradichas, tales como virtud y maldad, claro y obscuro,
antes y después, enfocados de manera no tradicional por Noam Chomsky -lingüista
estadounidense-, en su gramática generativa.
Y, si
hay cuentos que se parecen unos a otros, la diferencia está en la manera de
contarlos.
4 comentarios:
ORGULLOSA DE TI! Manuel Antonio Martinez Acuña LO SECUNDO...!
Francisco Javier Rivero V Excelente. Con aplauso incluido
Julio César Franco Olivares Un abrazo mi estimado amigo, viejo roble del eterno jardin espiritual de la juventud.
Homero Rincon Excelente!
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