CANTO A LA GOLONDRINA
Rancia estirpe la de tus alas brunas;
nómada como el astro, golondrina,
que apresuras los hilos y devanas
distancias, horizontes, ventanales.
Arrebato de auroras, estupor
de arco iris y de viejas historias .
Si alguna vez tus alas se tornaran
de azul, color de cielo y de montaña,
¿colgarías tu nido en una extraña
torre gris, sin campanas que sonaran?
Tú evocas cosas que no se separan;
badajos, torreones, bronces, entre
corredores de nubes que no paran
de juzgar el plumaje de tu vientre,
y el oscuro remate de tus alas;
tan llenas de ansiedades e infinitos;
de mayo y sol, de junglas en tus galas.
Que aún siendo arribos de rescoldos yermos
y de hábitos y sombras monacales,
pones el sol de enero en los trigales.
Manuel Martínez Acuña
Mcbo. 23-10-10
1 comentario:
Poeta amigo:
Gracias por el regalo, por ese canto al ave peregrina de los tiempos y de la luz... hermoso de verdad.
Un saludo afectuoso.
JESÚS ÁNGEL
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