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lgo que nunca me
reprocho, son esas pequeñas cosas aplicadas a los hechos del espíritu, acaso
modestas, vinculadas con mi pasión por el campo, los árboles y los animales,
que de alguna manera u otra me han ayudado a coexistir. Pues la vida es tan
corta que no da para más.
Así por ejemplo; seguro de haber
hecho lo más posible, sin haber pasado por lo menos posible, y, como un
adolescente tardío, hoy me vienen a la memoria, esas tardes que con Olga y los
muchachos pasábamos en El Alto (un
hato de cabras de “paico”, mi suegro), hablando de proyectos, de planes; que en
aquel momento parecían irrealizables, pero que años más tarde el empeño, la
perseverancia y un alto motivo, los hizo posible en el bajo Machango, más
arriba detallados entre avances y contratiempos.
Eran
los años de 1955 al 60, cuando con inusitado entusiasmo -cada sábado, después
de las 11:30 A.M.-, dejábamos atrás la oficina, el colegio de los muchachos, el
campo petrolero “Mira monte” de Tía Juana, donde vivíamos, para tomar el camino
de tierra del hato de “paico” en busca de nuevas impresiones, e ir al encuentro
con la naturaleza. Ver el nacimiento de una nueva vida en un corral de cabras,
a la intemperie. Escuchar de cerca el lenguaje de los pájaros. Oír el balido de
las cabras. Percibir el ulular del viento; la ronda de sus canciones acariciando
el follaje fragante, que a su paso se impregna de aliento y de tranquilidad
silvestre.
Es decir; era para nosotros como el
borde de un camino en que dos mundos completamente diferentes se cortan,
formando un bisel de paz y sosiego. Tanto, que hasta llegué a comprar un jeep
con un cajón atrás, donde llevar la carga, dado que resultaba mucho más
práctico viajar en él, que en el auto, en un camino tan arenoso e irregular
como aquel.
La cabra es un animal rústico que se adapta perfectamente
tanto en estabulación, como en pastoreo o a la vida en montaña, que en
Venezuela es lo más común. Es de pelo
corto. El tipo gamuzado es el más corriente.
Una de
sus características principales es sin duda, la rusticidad y resistencia ante
las condiciones adversas, como son las que generalmente se dan siempre en los
terrenos desérticos y muy quebrados. Proviene de razas españolas como la
murciana, granadina y malagueña, traída a la América durante el tiempo de la
colonia,
Por su composición, la hace la más
parecida a la leche materna. Mas, no debe ingerirse antes de ser hervida o de
estar pasteurizada.
La cabra es un animal rumiante. Su
comida está basada en leguminosas que pueden ser arbustivas o enredaderas. Son
muy selectivas en el tipo de comida que consumen, y, en la higiene de su
alimentación.
Temblando todavía, recuerdo uno de
esos graves momentos por los que uno atraviesa a veces en la vida, bajo una
amenaza inminente de muerte.
Quiero referirme a lo que me sucedió
en una alegre mañana de domingo, de grato olor campestre, y de dispersos
ramoneos de cabra, vuelo de pájaros, canto del turpial, y silbos de viento y
fronda. Hablo de uno de esos deliciosos fines de semana que de ordinario disfrutábamos
en El Alto de “paico”, lejos del monóxido
de carbono de autos y de fábricas que, a lo largo y ancho del sureste petrolero
de la costa oriental del lago, enferma cielos y tierra.
Después de haber desayunado con
tortilla de huevos, leche y cuajada
de cabra, y unas arepas peladas hechas
por la vieja Fermina, salimos de la casa caminando con dirección al conuco
destinado al cultivo de frutos menores, Olga, Adrián, Armando y Carlos –que del
total de cinco hijos, eran los tres nacidos hasta ese momento, de diez, nueve y
cinco años, respectivamente-, y, yo, con una cesta en las manos, con la que me
proponía recolectar cajuiles, mamones, y maníes, que allí se daban por
temporada.
CAJUIL O MEREY |
Aún me veo debajo de aquella mata de
merey tratando de agarrar el sombrero, sin hacer ningún movimiento brusco que
pudiera hacer mover el mecanismo de defensa del animal. Todavía me oigo pidiendo
al mayor de los muchachos, Adrián, que corriera a llamar a Juan, el encargado
del hato. O el horror que sentía al pensar lo que hubiera podido ocurrir, si esa
culebra de cascabel me hubiese alcanzado con sus colmillos en el cuello, o en
la cara, sin que nadie, excepto yo, supiera conducir en aquel monte, e ir en
busca de auxilio.
SERPIENTE DE CASCABEL |
Finalmente; y, bajo una sensación
similar a la del escindido de algo que tuvo antes como su pequeño paraíso
espiritual, debo decir con mucha tristeza que, de El Alto de “paico” no quedó nada. Ni siquiera un par de monedas que
contar, de lo que se dio por llamar indemnización entonces, después de haber
transcurrido más de treinta años de la expropiación; además del fallecimiento
de su legítimo dueño, Federico Nava Sandrea, “paico”.
Ya no es posible escuchar allí de
cerca el lenguaje de los pájaros, el balido de las cabras, el ulular del viento
entre el follaje fragante, que a su paso se impregnaba de aliento y de
tranquilidad silvestres. Ahora sólo se oye el ruido de la máquina; se aspira el
humo de la fábrica, y, se percibe el patético ulular de las sirenas, que el
desarrollo facilitado por la tecnología y el dominio económico, impone siempre.
Por tanto mi decepción y, hasta mi
aspereza contrapuestos a la rutina aplicable a los hechos del espíritu, han
querido rescatar esta historia hacinada entre mis papeles, la cual me permito
trascribir de su encartado original, a continuación, ya que de alguna manera
puede conducir, cuando menos, a hacer reminiscencias de algo que no se ha
conocido a fondo; y que por sí solo puntualiza:
Maracaibo 7 de septiembre, de 1998
Srs.
Petroquímica de Venezuela, S.A.,
Y demás directivos.
Caracas.
Atención: Ing. Arnold Valquenborn.
Nosotras, las suscritas,
condueñas y coherederas del fundo “El Alto” ubicado en el antes Municipio
Altagracia, hoy parroquia San José del antes Distrito Miranda, hoy Municipio
autónomo Miranda, del Estado Zulia, nos permitimos dirigirnos a usted (es), en
la ocasión de establecer con esa empresa petroquímica una disposición
negociadora, con respecto a la porción de terreno excluido de lo que en su
mayor extensión fuera objeto de expropiación, según los decretos números 587
del 22 de julio de 1966; 1135 del 5 de junio de 1968 y 1579 del 27 de mayo de
1987, para la instalación y funcionamiento del Complejo Petroquímico “EL
Tablazo”
Dicha expropiación fue de
139 Has., 91 ª, de las 212 Has., 32ª, 40 M2, que comprende la superficie total
del fundo “El Alto”, antes nombrado. Cuyo pago por concepto de indemnización fue cancelado por Pequiven ante
la Sala Político-Administrativa de la Corte Suprema de Justicia, con arreglo a
la decisión No. 293, después de una
larga espera de más de 30 años, Y, DE UNA RETENCIÓN IRREGULAR DE ESE PAGO (POR PARTE DE DICHA CORTE SUPREMA), DE MÁS DE UN AÑO CALENDARIO, ENTONCES A CARGO DE LA MAGISTRADA CECILIA SOSA GÓMEZ. SIN QUE LO CIRCUNSTANTE LLEVARA A UNA COMPENSACIÓN LEGAL, POR CONCEPTO DE MORA..
Ahora bien; en consideración
de que la diferencia no expropiada del predio, equivalente a 72 Has., 41
ª, y 40 M2, se halla ocupada por
Pequiven como áreas de seguridad y defensa, aspiramos conciliar o convenir con
usted (es) un arreglo amistoso y, desde luego, en beneficio de ambas partes,
por cuanto de esa forma se llegaría a regularizar cualquier usufructo indebido
que pudiese estar realizándose en perjuicio de nuestro bien patrimonial; sin
tener que recurrir a otras instancias ni tercerías distintas a la matriz
petroquímica de ese complejo. Al mismo tiempo que proporcionaría a esa empresa
la posibilidad futura de una expansión industrial más globalizada, o abierta a
la inversión extranjera.
En esa dirección, y a
propósito de acercarnos aún más a un posible entendimiento con relación a dicha
arreglo, consideramos útil y apropiado tomar como punto de referencia aquí, las sendas operaciones de compra-venta
que se han efectuado en torno al área citada, y que de alguna manera establecen
el precio medio que, en justicia, debe tomarse en cuenta como base de una transacción actualizada.
Así, en ese sentido, más lo
que ha sobrevenido con la progresiva acumulación de cambios económicos operados
desde entonces contra el valor del bolívar, y la consiguiente inflación; y, por
los documentos producidos en el Registro Principal de Los Puertos de Altagracia
(Dtto. Miranda), y de una inspección judicial practicada en su género, se
desprende que, la empresa Petroquímica de Venezuela S.A. (Pequiven), ha
celebrado, efectuado y contratado ventas con terceros, de terrenos ubicados en
las inmediaciones del Complejo Zulia “El Tablazo”, cuyos precios promedio por
M2. han estado entre Bs. 300.00 y Bs. 1.000.00, en un período de 12 años,
aproximadamente. Y que, además, han sido instaladas cercas y avisos dentro de
nuestra propiedad. En consecuencia, y, apoyadas en los anteriores señalamientos
estadísticos, el índice referencial de la época, fundamentos éticos y otras
razones de hecho y de derecho, proponemos formalmente a su representada,
Petroquímica de Venezuela S.A., la venta pura y simple de los derechos que nos
asisten sobre el terreno aquí tratado, dentro de lo que como precio referencial
promedia lo establecido por el plan rector de la zona, y otros criterios
transaccionales. Y que por tanto consideramos justo establecer en Bs. 2.320.77
el M2.
En los términos antes
expuestos y, reiterando una vez más nuestra disposición y decisión de llegar a
un feliz entendimiento con usted (es) que, en ley se adapte a los postulados de
justicia, equidad y legalidad, dejamos presentada nuestra oferta de venta,
esperando que la misma reciba de ustedes el tratamiento de comprensión y receptividad
que, nos lleve a legalizar la ocupación de unas tierras, que se supone son del
interés de la industria petroquímica, para llevar a adelante operaciones
predecibles de futuro.
Muy respetuosamente, firman:
Olga Nava de Martínez Acuña, Isabel Nava de León, Lesbia Nava de Ferreira, Por: Leticia Nava de
Thonson, Noris Olivares Nava de Perozo,
y Nancy Olivares Nava.
Anexos:
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Mapa del área total del fundo “El Alto”.
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Documentos de ventas realizadas por Pequiven.
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Documentos de ventas realizadas por la Alcaldía de Los Puertos.
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Documentos de las 3 sentencias de la Corte Suprema de Justicia,
sobre el fundo “El Alto”
_
Inspección ocular.
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