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martes, 3 de marzo de 2015

EL SENTIDO DE LAS COSAS

                                                      Ensayo dedicado a J.R.RomeroH.

EL SENTIDO DE LAS COSAS
Manuel Martínez Acuña
         Si partimos de la premisa de que no todo vale siempre, sino que todo es posible; y, de que todo depende de dónde nos situemos ante el discernimiento universal de la vida, acaso caigamos en la reflexión de no simplificar demasiado las cosas, si queremos sacar consecuencias del espejismo de la razón.
         Otra manera que puede ayudarnos a hallar y constatar bajo ciertas apariencias, el sentido de las cosas, es hacer comprensible el símbolo donde se esconde la representación de una realidad virtual, que de alguna forma u otra, participa del mismo rasero de lo positivo real.   
         Suponer, por ejemplo –como inadecuadamente se supone- que una simple piedra no es sino una simple piedra; no obstante tener en apariencia una forma, un color, o un olor; y, otras tantas características naturales presentes en sus minerales, entre otros el oro rubio y el oro azul; este último de múltiples aplicaciones en la cibernética, apellidado dentro del conocimiento cientíco con el nombre de coltan. Y, que además tiene en esencia una fuerza, un poder basado en las apariencias concretas; y está dotada de una función latente, que puede verse reflejado al lado circundante de la realidad visible.
         Y, en ese mismo orden, la hoja del árbol, aún desprendida, da razón del fruto; y, el punto y coma solo, como tal -el que separa partes de un enunciado- define la palabra; que a su vez, en sus formas restantes, trasciende al libro. O, dicho de otra manera, es la metáfora que se aplica a todo, y, da sentido a las cosas, a las plantas, a los animales, y al bosque mismo; por tener todo lo que necesita para ser lo que es: la existencia virtual de una cosa en otra.
         En suma, el sentido de una cosa es la forma cierta de su coexistencia con las demás, y el lugar, desde luego, donde se anuda la trama de nuestro mundo.
         Sin una red de relaciones circundantes, las cosas dejan de tener sentido. O, como dice Ortega y Gasset, “cuán poca cosa sería una cosa, si fuera solo lo que es en el aislamiento”.     
                                                                             Maracaibo 28 de febrero de 2015

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