L A P U R E Z A
D E L
T R I G O
Delgada va calladamente
La noche, engastando sus metales
Sobre humos de triunfo y de fantasmas
Y de restos de cirios mutilados.
¡Estas ociosas horas!
Cómo manan del mundo y no se secan
Y arden como brozas enfadadas
Y queman cautiva la esperanza.
Más allá se ven otras
Venir con la orfandad de aquellos templos
Sin grey ni relicarios.
Tomaron la humedad de las piedras
Y de casas mudadas.
Anima el sol las recuas a mi espalda
Al tocar la mañana el campanario
De pájaros y espigas.
Y el resquicio antiguo de la copa
Cineraria, de tantas voces muertas.
Canta el silencio, entonces,
La pureza del trigo.
D E L
T R I G O
Delgada va calladamente
La noche, engastando sus metales
Sobre humos de triunfo y de fantasmas
Y de restos de cirios mutilados.
¡Estas ociosas horas!
Cómo manan del mundo y no se secan
Y arden como brozas enfadadas
Y queman cautiva la esperanza.
Más allá se ven otras
Venir con la orfandad de aquellos templos
Sin grey ni relicarios.
Tomaron la humedad de las piedras
Y de casas mudadas.
Anima el sol las recuas a mi espalda
Al tocar la mañana el campanario
De pájaros y espigas.
Y el resquicio antiguo de la copa
Cineraria, de tantas voces muertas.
Canta el silencio, entonces,
La pureza del trigo.
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